Veinte años después de su primera publicación, vuelve esta extraordinaria obra, de una envergadura narrativa equiparable a los grandes clásicos.
Una mujer acude desde el extranjero al Valle donde acaba de morir el hombre que amaba. Al indagar sobre su muerte y sobre las vicisitudes amorosas de ambos, la novela afronta el destino de un grupo de amigos (jóvenes de los años setenta, pero también de cualquier juventud del siglo XX) que consumió parte de su vida en construir paraísos y desengañarse de ellos, en elaborar antagonismos a partir de las deficiencias del mundo y ser luego sus primeras víctimas, en consagrarse a las ilusiones de las ideologías y los malos maestros y claudicar ante las heridas que no cierran como motor de los actos.
A partir de un determinado momento de la vida -ha escrito González Sainz-, el mundo se nos va más aprisa. En el origen de esa celeridad suele haber un abandono, o un desengaño, una muerte, un accidente. Entonces el vacío se va haciendo hueco a grandes zancadas hasta dar la impresión de ocuparlo todo, las palabras con que nombramos las cosas y los sentimientos con que las percibimos. Ese abandono o desengaño personales pueden ser amorosos, políticos, de sentido…, y a veces se enmarcan en un abandono mayor, histórico. Es el caso de nuestra época, en que el viejo mundo lleva tiempo yéndose y los lugares de nuestras vidas y las representaciones de nuestras ideas haciendo agua por todas partes.
Sobre ese abandono y los distintos modos de volver o no volver a Ítaca trata esta novela: un intenso recorrido por la pasión amorosa y la pasión política, por el tiempo de la fascinación y la inacabable historia del rencor como alimento nutricio; por el sentido del límite y las ofensas originales, por las emboscadas que sufren los buenos sentimientos y también por las ciudades de Europa y por un pequeño lugar apartado en el mundo que hacer nuestro.
“Volver al mundo es una de esas novelas que aparecen de tarde en tarde, una novela de las de quitarse el sombrero” (Santos Sanz Villanueva, Revista de Libros)
“Lo esencial es el gigantesco esfuerzo de González Sainz por trazar el retrato moral de una época, eso que muchos escritores del siglo pasado nos dejaron con obras tan distintas como El árbol de la ciencia, La montaña mágica o El proceso, pero que parece un menester olvidado o desdeñado por los novelistas de nuestros días” (Ricardo Senabre, El Cultural).
«En casos como este conviene no andarse con rodeos: he aquí una novela importante, ambiciosa, de cuidadísima construcción, que aspira a ser una representación artística de nuestro mundo» (Ricardo Senabre, El Cultural).
« González Sainz, como antes Sánchez Ferlosio, Juan Benet, Pombo, Gándara, ha creado una narrativa enormemente ambiciosa, sin puntos de referencia con otros escritores españoles contemporáneos» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia).
Título: Volver al mundo